Partamos de dos premisas:
- Las personas tenemos nuestra manera habitual de comunicarnos a nivel gestual.
- Un cambio en nuestra comunicación puede reflejar una transformación de nuestra realidad más íntima.
Vayamos ahora a Donald Trump:
Su comunicación siempre se ha caracterizado por ser extremadamente expansiva, de mucho movimiento y muy emocional. Así era cuando más confianza tenía en sí mismo, sus decisiones y su papel presidencial.
Pero llevo un tiempo, cerca de un año, advirtiendo que su comunicación ha sufrido cambios de gran importancia: ya es menos emocional, gestual y expansivo.
Observemos el vídeo en el que he comparado unos segundos que resumen el antes y el ahora de la comunicación de Trump. A la izquierda hace menos de una semana y a la derecha hace 6 años:
¿A qué se puede deber?
Mi explicación se centra en que Trump «se ha desinflado». Por mucho que sus mensajes verbales puedan parecer lo contrario.
Creo que perder la presidencia de EEUU y todos sus problemas judiciales le han hecho también perder en seguridad en sí mismo. Y esto tiene un fiel reflejo en su comunicación, ya mucho más comedida y, a mi entender, incluso parece reflejar cansancio.
Y, como digo, no es algo de esta semana solamente, ya el pasado mes de noviembre hice otro análisis en el que le advertí menos agresivo y más nervioso, justamente cuando comunicó que presentaría de nuevo su candidatura presidencial. Puedes ver AQUÍ mi análisis.
El futuro no lo conocemos nadie, pero no descarto incluso un «susto» de salud a la vista de este bajón físico y mental.
Imágenes obtenidas de las siguientes fuentes:
Es normal, por lo que dices, muchos problema, hasta el fbi se le metió en casa, le censuran redes sociales, cosas que no hacen ni con los terroristas.
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