IRENE MONTERO: ALGO NO ME ENCAJA EN SU COMUNICACIÓN

La conocida como ley del «solo sí es sí» impulsada por el gobierno de coalición PSOE-PODEMOS, iniciativa estrella de la ministra de Igualdad Irene Montero, está provocando cientos de rebajas de condenas y excarcelaciones de agresores sexuales.

Ante esta situación, se mantienen, principalmente, dos reacciones de las fuerzas políticas españolas:

  • Quienes entienden que la ley está bien y son algunos jueces los que la aplican mal. Así opina PODEMOS y lo verbaliza claramente Irene Montero.
  • Y quienes consideran que la ley debe cambiarse porque se hizo mal y los jueces solo actúan al dictado de la ley. En general, el resto de partidos políticos, desde la derecha a la izquierda, incluidos sus socios de gobierno del PSOE.

Me voy a centrar en la comunicación de Irene Montero, dado que me resulta muy interesante su contradictorio comportamiento a nivel no verbal:

Si damos por cierto lo que ella misma afirma: buena ley y malos jueces (dicho en resumen) sus mayores expresiones de ira ¿contra quién deberían dirigirse? Entiendo que contra los jueces.

Imaginemos lo que una mujer como Irene Montero sentiría contra unos jueces que dejan en libertad a agresores sexuales, que a otros cientos les bajan las condenas, que ello supone un mayor riesgo para las mujeres… y, además, todo eso al amparo de su propia ley. Debería ver una ira y una repugnancia absoluta.

Pero no es eso lo que veo. Cuando se refiere a estos jueces lo que advierto es una persona que cambia su comportamiento a mucho más moderado e incluso intimidado: con una mano en su bolsillo, sin gestos expansivos y expresivos, ni marcadas emociones en su rostro. Nada de indignación.

La siguiente imagen la he capturado yo mismo al referirse a los jueces que actúan mal, según lo que ella afirma:

Todo cambia cuando se centra en las críticas a su ley. Aquí sí que la vemos muy indignada:

La comparación es impresionante. Parece enfadarle más que se critique su ley a que los jueces beneficien a los agresores sexuales. Que cada uno saque sus propias conclusiones.

Y lo que más le indigna y advierto en ella sus mayores arrebatos de ira es que se quiera tocar el tema del consentimiento:

En conclusión: Cuando la comunicación no verbal de una persona, ya sea un político o cualquiera de nosotros, no es coherente con el mensaje, genera desconfianza.


Imágenes obtenidas del canal de YouTube de PODEMOS: https://www.youtube.com/watch?v=hZC_A0GqKh8

2 comentarios

  1. Buenas tardes. Yo creo que le puede la soberbia a Irene. Le da igual lo que hagan los jueces o que salgan violadores, lo que no quiere es que toquen su creación ; la nefasta ley que ha hecho.

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  2. No había reparado, pero tiene bastante lógica lo que apuntas. Quizás porque en ese momento relativo a los magistrados es porque los estaba mandando a la escuela, y procuraba ser persuasiva, no agresiva.

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