Acaba de concluir el discurso anual para la nación que ha dado Vladimir Putin. De él destaco los siguientes 5 puntos desde la comunicación no verbal:
- IMAGEN DE LIDER DISTANTE
Solo tras un atril, en la altura y a una gran distancia del público. Con un traje oscuro que contrastaba bien ante el fondo del escenario azul.

2. DISCURSO MUY PREPARADO
Hemos podido observar cómo, a pesar de ser un discurso de unos 90 minutos, levantaba en muchas ocasiones la mirada de sus folios para mirar hacia el público. Llevaba bien interiorizado su discurso.

3. TENSIÓN CONTENIDA
La mayor parte de su intervención la ha hecho aferrado al atril, con una mano o, en ocasiones, con las dos.
Ha permanecido bastante inmóvil. Su gestualidad ha sido muy reducida, no obstante ese apretar de labios transmite mucha contención.
Cuando llevaba 30 carraspeos de garganta ya he dejado de contar y han continuado. No creo que tuviera un problema en la voz dado que se le escuchaba con nitidez, sino que más me ha parecido una especie de tic nervioso.

4. TIEMPOS DE IRA
La emoción que le he advertido en ocasiones en su rostro, sumado a algún gesto coincidente, ha sido la ira, ninguna otra.

5. UN PÚBLICO BIEN ELEGIDO
Toda la sociedad rusa se encontraba representa: mujeres y hombres; civiles, militares, deportistas y la propia Iglesia; adultos y jóvenes…
El mensaje bien podría ser: «Le hablo a todos los rusos y todos vienen a escucharme»

A algunos he visto que parecían dormidos y otros bostezando. Mejor no pongo sus fotos.
Impresionante ver los últimos 5 minutos a todo el público en pie escuchando concluir a su presidente cerrar su intervención con una frase de impacto: «La verdad está de nuestra parte«.

Hace unos pocos días el presidente de Bielorrusia Alexandr Lukashenko le dijo a Putin, cuando le agradeció su reunión: «Cualquiera no viene«.
Y visto este último momento de hoy yo digo algo parecido: «Cualquiera se sienta»