El pasado viernes 28 de febrero el vicepresidente del gobierno de España Pablo Iglesias, declarado republicano, hizo su primer viaje oficial con un miembro de la Casa Real, en concreto con la reina Letizia. Es lógico que fueran centro de las miradas.
Al llegar a uno de los actos previstos en A Coruña, se advierte como Iglesias saluda al presidente de la Xunta de Galicia Núñez Feijóo, pero no así a la reina Letizia.
Los medios de comunicación, en concreto el programa Cuatro Al Día, destaca lo ocurrido: Enlace al programa
La respuesta de Iglesias ha sido a través de Twitter:
He considerado que la situación merece un análisis a nivel de comunicación no verbal, dado que no es de extrañar que lo ocurrido haya llamado la atención.
La pregunta que trataré de responder es la siguiente: ¿siente Iglesias algún tipo de rechazo hacia la reina Letizia?
Para llegar a la solución que considero acertada no debemos limitarnos a unos únicos segundos, sino que analizaré también el antes y el después.
EL DURANTE:
Es cierto que Iglesias no saluda a la reina Letizia. Advertimos que camina hacia Feijóo, con mirada directa y le extiende su mano; después centra toda su atención en él; la reina, que queda a su izquierda, parece como si no existiera, no advierto que la mire ni la diga nada. Al final pondré los enlaces de los vídeos del momento.
EL DESPUÉS
Destaco dos momentos donde se ve a ambos conversando, mirándose e incluso sonriendo. Algo que, cualquiera de los dos podría no haber hecho si la relación fuera tensa.
EL ANTES
Indagando en el comportamiento de Iglesias previo a este encuentro, en relación no solo con Letizia sino también con Felipe VI, comprobamos ya, en noviembre de 2018, mucha cordialidad, incluso llega a enseñar en su móvil a los monarcas fotos de sus niños.
Y en una entrevista posterior, reconoce, sin que advierta ningún indicativo de engaño, lo siguiente:
“…han estado muy majos, hemos hablado de cosas personales, creo que hay que separar siempre lo político de lo personal y la relación muy cordial. Me han preguntado por mis hijos, se lo agradezco muchísimo, en ese sentido encantadores, como siempre…”
Remarco en negrita aquellas expresiones que considero más importantes para constatar la buena sintonía.
CONCLUSIÓN
Creo que a Pablo Iglesias, en este acto que he analizado, se le podría acusar de falta de cortesía o de protocolo, pero no llego, ni mucho menos, a considerar que ese no saludo a la reina Letizia sea por rechazo hacia su persona, más me ha parecido un despiste o que entendía que ya “venía saludada” por el viaje que habían hecho juntos.
Imágenes obtenidas de:
José Luis Martín Ovejero 
Con independencia que vinieran «saludados», éste no da puntadas sin hilo, y una cosa es la relación personal, y otra la protocolaria. Y añado algo más: ¿no deberían de haber estado los dos políticos a la Reina? Y tampoco valdría en ese momento el «a ti ya te he visto».
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