«JUEGO DE TONOS» EN EL CONGRESO

Ayer vivimos unas intervenciones en el Congreso de los Diputados que no puedo dejar de analizar desde mi especialidad: la comunicación no verbal.

Como siempre digo: dejo al margen los contenidos, que ahí cada uno tiene sus opiniones.

Dado que tengo 7 protagonistas a analizar, me centraré en un breve análisis sobre cada uno de ellos:

Meritxell Batet: Presidenta del Congreso de los Diputados

Pedro Sánchez: Presidente del Gobierno

Irene Montero: Ministra de Igualdad

Diana Morant: Ministra de Ciencia e Innovación

Fernando Grande-Marlaska: Ministro de Interior

Cuca Gamarra: Portavoz y diputada del Partido Popular

Santiago Abascal: Líder y diputado de Vox

ANÁLISIS 1: IRENE MONTERO / DIANA MORANT / MERITXELL BATET

Irene Montero ha hecho suya la máxima: “No hay mejor defensa que un buen ataque” y ha calificado al primer partido de la oposición, el Partido Popular, de fomentar la cultura de la violación, cuando era acusada de hacer una ley que está beneficiando a agresores sexuales.

Pero… ¿cómo ha sido a nivel no verbal sus intervenciones en el Congreso?

Muy retraída. Observemos cómo se agarra de manera insistente las manos en sus intervenciones:

Cuando el cerebro se siente cargado de poder y razón no se caracteriza por expresarse con posturas contraídas y gestos de autocontacto físico, sino por todo lo contrario.

Donde sí se soltó de manos y gesticuló de manera simétrica con ambos brazos y manos, fue al hacer la acusación que he indicado al Partido popular. Quiso transmitir contundencia, pero esa simetría gestual me resultó algo forzada, más aún cuando se está leyendo la acusación, como así estaba haciendo. Veamos la imagen:

El rostro y mirada de la ministra Morant son destacables:

  • No mira a su compañera de Consejo de Ministros Montero.
  • Nunca asiente con su cabeza. Un gesto que nos sale natural cuando estamos de acuerdo con lo que escuchamos.
  • Su comunicación no verbal era la imagen de la frialdad.
  • No aplaude sus intervenciones.
  • Cuando concluye su intervención Irene Montero, mira en dirección contraria a ella, buscando a sus otros compañeros ministros.

Ante la afirmación de Irene Montero, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, le dice que sus palabras son inaceptables y pide a todos los diputados un lenguaje respetuoso, algo que hace con una contundencia en la voz, una mirada y unos gestos de clara indignación.

La reacción de Irene Montero a la llamada de Atención de Batet no fue tanto de enfado como de incredulidad: “¿Que me estás diciendo esto a mí?” (permítanme este subtitulo de mi cosecha que pongo a su rostro.

ANÁLISIS 2: PEDRO SÁNCHEZ / SANTIAGO ABASCAL

En un tono totalmente diferente al del rifirrafe anterior, sin agresividad, se lanzan acusaciones Abascal y Sánchez. El primero, muy implicado con sus palabras, lo apreciamos en su gestualidad hacia sí mismo y la mirada directa al contrincante; y Sánchez muy calmado, con apertura corporal, mostrando las palmas de sus manos (algo que hace a menudo y creo que tiene muy estudiado dado que sabe que transmite credibilidad). Sánchez me recuerda a un boxeador acostumbrado a recibir golpes que ya ni siente y él siempre sigue golpeando.

ANÁLISIS 3: CUCA GAMARRA

Gamarra no había pronunciado su primera palabra y ya se estaba remangando. Esto lo solemos hacer los humanos antes de entrar en combate en un contexto como el de ayer.

Y transmitió mucha ira a través de su rostro y gestualidad de manos. Aquí voy a inventarme otro subtítulo de los míos: «Si te pillo te estrujo«

ANÁLISIS 4: FERNANDO GRANDE-MARLASKA

Su discurso fue íntegramente leído, en consecuencia, muy medido.

En un caso como el suyo, para dar explicaciones sobre unos incidentes con resultados de muertes, considero un acierto que lo llevara tan medido, es lo que hay que hacer en supuestos con posibles implicaciones judiciales.

Sin embargo, su argumentación tuvo dos indicadores que se suelen achacar a falta de confianza:

  1. Hablar de sí mismo en tercera persona. Habla del ministro del Interior como si fuera otra persona. No emplear la primera persona del singular transmite distanciamiento y menor implicación.
  2. Y reiterar, hasta en 4 ocasiones consecutivas, que no hubo ningún muerto en territorio español. Esta acción, en lugar de fortalecer el argumento, trasmite debilidad sobre el mismo, dado que pareciera que tiene que vencer por insistencia.

EN CONCLUSIÓN

Hago mías dos frases que ayer escuché en el Congreso: “No se tiene más razón porque se grite más” que dijo Marlaska y “debemos querer contribuir a la convivencia dentro de esta Cámara porque queremos contribuir a la convivencia fuera de esta Cámara”, dicho por Batet.

IMÁGENES OBTENIDAS EN ESTE ENLACE DE EL MUNDO

Un comentario

  1. En esta ocasión no puedo estar más de acuerdo. El Corazón de Jesús también nos lo suelen representar con las palmas de las manos extendidas, como a la Virgen Milagrosa que acabamos de celebrar, pero está claro que en ninguno de estos dos modelos se ha fijado el aludido.

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