¿Ya estás preparando tus vacaciones de verano? Seguro que tu mente te lo agradecerá.
Pero… ¿Y el cuerpo? ¿estás cuidando también tu cuerpo?
Estamos en época de dietas. Pues en este terreno también voy a darte información e incluso algún consejito práctico para bajar de peso. ¿Para ti? noooo, solo por si conoces a alguien que lo necesite, claro 😉.
Utiliza la vista y los colores. ¿De la comida? Pues no, eso se lo dejo a los especialistas en la materia. Yo entro a la comunicación no verbal, y más en concreto en este caso a los platos donde colocar los alimentos antes de comerlos.
Lo que te contaré a continuación se basa en una investigación de la Universidad americana de Cornell:
Hay colores que estimulan el apetito como el rojo y el amarillo.
Otros que nos transmiten la sensación de que lo que comemos es sano, como el verde.
El blanco transmite a nuestra mente sensación de limpieza.
Ahora bien, también hay colores que no los asociamos a la comida y nuestro cerebro tiende a comer menos cuando los alimentos los ponemos junto a esos colores. Son el gris o el azul. El primero porque un alimento con tonos grisáceos no nos da sensación de fresco sino más bien de lo contrario; y el azul porque no hay alimentos de ese color. Bueno sí, el helado de pitufo, pero ese no vale 😊
Ahora es posible que descubras el motivo por el que una importante cadena de hamburguesas cambió su imagen de marca del rojo y amarillo al verde cuando se les acusó de servir comida basura. ¿Basura y verde? Imposible, puede pensar nuestro cerebro. ¿Podría estar ahí el motivo del cambio? Lo dejo a tu interpretación.
Así que ya sabes:
Si usamos los colores “antiapetito” este verano luciremos mejor «tipito».
ME ENCANTAN LAS RIMAS.