Hay momentos de esos de… “tierra trágame”. Y hoy parece que ha podido ser uno de ellos para el presidente del Gobierno de España Pedro Sánchez.
En el palacio real, los Reyes comenzaban a saludar a los invitados, lo que se conoce como “besamanos”. Los primeros en entrar han sido Pedro Sánchez y su mujer. Lo establecido por protocolo es que saluden y sigan su camino, pero en su lugar, se han quedado junto a los Reyes también.
Error de protocolo del que han sido avisados de inmediato y han tenido que abandonar el lugar donde se habían colocado.
Aquí tienes el momento:
La reacción que ha parecido verse en Sánchez ha sido la de vergüenza: cabeza baja, mirada descendente y perdida, acompañado todo ello de encogimiento corporal.
Cuando caminaba se le ha podido ver también algo molesto por la situación, aunque la vergüenza eclipsaba cualquier otra emoción.
Su mujer más parecía extrañada, no avergonzada.
Y los Reyes parecían comentar lo sucedido con unas sutiles sonrisas.
La situación quedaría en una simple anécdota si no fuera porque el comportamiento corporal de Pedro Sánchez ha sido idéntico al que hizo en el Congreso de los Diputados tras ser preguntado por Albert Ribera sobre su tesis y que ya analicé en su día: ANÁLISIS TESIS PEDRO SÁNCHEZ
Ahora… que cada uno saque sus conclusiones.
Controlamos nuestras palabras, y no siempre, pero el cuerpo y el rostro nos delatan.
Totalmente igual en una ocasión que en otra. Muy revelador.
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Con la cantidad de asesores que tiene, su gabinete de comunicación, su responsable de protocolo debieran haberle instruido. Máxima cuando ha estado anteriormente en esa Institución 3 veces antes. Mi no entender dicho fallo.
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