Veamos a continuación este encuentro dividido en 5 aspectos:
- EL RESPETO DE DONALD TRUMP: el momento de estrecharse la mano era, para mí, el más esperado.
Trump dice mucho con este acto: en ocasiones trata de mostrar una gran superioridad (como con el primer ministro japonés Shinzo Abe), hay otras de verdaderos duelos (con Macron o con Trudeau), puede que trate de transmitir mucha confianza (como sucedió con Putin) o directamente se niega a estrecharla (el año pasado con Merkel).
En el caso del Rey Felipe VI no trató de parecer superior, aunque un pequeño tirón le pegó al Rey, pero vamos, comparado con lo que le hemos visto en otras ocasiones, eso no es nada. Ha sido respetuoso y cordial.
A continuación, podemos ver los vídeos de ambos apretones de manos. Llama la atención que Trump siempre ofrezca su mano con la palma hacia arriba, lo que se suele estar asociado a una actitud de sumisión, pero en su caso es habitual que lo haga cuando se encuentra sentado, por lo que no hay que darle mayor importancia.
- UN MOMENTO PARA LA SONRISA: El encuentro EEUU-España comenzó con anécdota. Menudo lío para colocarse en la foto, el Rey Felipe es el que más se divierte con la situación, no puede evitar sonreír claramente. Podemos ver ese instante a continuación.
- LA PROTAGONISTA MÁS TENSA: sin duda me ha parecido Melania Trump. Su cuerpo erguido y sobre todo su rostro casi siempre serio y poco relajado, me ha resultado llamativo, sobre todo cuando se encuentra con unos invitados tan afables como han sido los Reyes de España. Incluso en un instante que parece que trata de sonreír, de inmediato cambia su rostro al de la seriedad más fría. Contrasta con la sonrisa de la Reina Letizia.
- LA PAREJA MÁS AFABLE: aquí ganan los españoles, con sus sonrisas iniciales y los hasta 3 contactos físicos de la Reina Letizia hacia Melania que exteriorizan mayor afecto y deseo de establecer vínculos de confianza.
- GANADORES A LOS PUNTOS: Los Reyes de España, por haber transmitido mayor calma y soltura en el encuentro; porque hasta Felipe VI coge la iniciativa a la hora de saludar, si recordamos el análisis de hace unos pocos días de Trump con Kim Jong-Un (ENLACE AL ANÁLISIS), siempre era Trump quien llevaba la iniciativa; cuando Trump y Felipe VI estaban sentados, Trump mantenía una típica postura suya de autocontrol con las manos unidas, mientras que el español parecía de nuevo más relajado, lo vemos más abajo en la imagen. Y no olvidemos las sonrisas, las mejores amigas de la seguridad, aquí sí que ganan por goleada los españoles.