Muy importante es reconocer las expresiones faciales sobre todo en materia de detección de la mentira, pero mucho más es advertirlas como microexpresiones, esto es, cuando surgen como destellos en el rostro en mucho menos de un segundo, dado que descubriremos las verdaderas emociones de la persona.
Un buen aprendizaje y una práctica constante son la clave para conseguirlo.