Cada detalle cuenta y en un «aparente» sencillo saludo se pueden lanzar muchas señales hacia el exterior y también entre quienes se saludan.
El correcto al estrecharse la mano sería:
- Con las manos de ambos en vertical
- Firme
- De unos pocos segundos
- Mirándose a los ojos
- Con una muestra de agrado en el rostro
- Equilibrado (sin transmitir dominio o superioridad de uno hacia el otro)
En este último aspecto es en el que nos vamos hoy a fijar, dado que Sánchez da muestras de dominancia respecto a su invitado, el reciente líder del Partido Popular Núñez Feijóo.
Como veremos más adelante, quien aquí lo hace no permite que otros se lo hagan.
Vamos a ver este interesante momento:
He estado estudiando este comportamiento comparado con el recibimiento que hace a otros líderes políticos y, si bien es algo que Sánchez acostumbra a hacer, en esta ocasión me ha resultado más exagerado.
En Pedro Sánchez esto no es casualidad, es muy consciente de cómo saluda y de lo que transmite con ello. Cuida mucho este primer saludo para, por lo menos, no quedar es posición de menor poder. Como ejemplo, incluso divertido, fijémonos en la “lucha” de contactos físicos con Macron: “que tú me tocas… pues yo también” que podríamos decir. No te lo pierdas:
Como comprobamos, qué importante es cada detalle y cómo algunos líderes lo saben.
Vídeos originales obtenidos en los siguientes enlaces:
José Luis Martín Ovejero 