Acaba de concluir la rueda de prensa que ha dado Pedro Sánchez tras conocerse el informe demoledor de la UCO sobre Santos Cerdán, persona de mucha confianza de Sánchez, diputado del PSOE y secretario de organización de este partido.
Mis conclusiones, únicamente desde la perspectiva de la comunicación no verbal, son las siguientes:
1 – MUCHA SERIEDAD Y POSIBLE VERGÜENZA: Sus miradas bajas han sido innumerables, miradas más bien perdidas (no a sus notas) y apretando labios. Todo ello creo que viene motivado por un sentimiento interno de profunda vergüenza.
2 – A NIVEL EMOCIONAL: Destaco que, pese a afirmar que esta situación le provoca “indignación” y “tristeza”, yo no le he advertido estas emociones en su rostro al pronunciarlas.
He visto mucha más ira al referirse al Partido Popular y señalar que “hay otras organizaciones que no asumen sus responsabilidades”.
Y he advertido una microexpresión de desprecio al descartar un adelanto electoral; es como si su mente pensara que esa opción él no se la merece.
3 – LOS NERVIOS DEJAN HUELLA: Aunque en apariencia parecía tranquilo, sin embargo, hay reacciones fisiológicas que son incontrolables. Una de ellas ha sido el sudor, que he notado especialmente en la zona de su bigote. Observar el comparativo de cuando ha comenzado su intervención a un poco más adelante.
Y la otra reacción fisiológica involuntaria ha sido la sequedad de boca, momento en el que los humanos hacemos movimientos extraños con la misma y tendemos a sacar algo la lengua.
4 – ¿HASTA ESTA MAÑANA NO SABÍA NADA?: Sánchez afirma que hasta esta mañana no sabía nada y mantenía su confianza en Santos Cerdán, pero los gestos y miradas del día anterior me hacen dudarlo. Os invito a ver mi análisis de ayer cuando Cerdán hace amago de tocar a Sánchez pero lo termina evitando, y éste le lanza una mirada, cuanto menos, de indiferencia, que sería incoherente en caso de ser su relación tan cercana como siempre había sido.
José Luis Martín Ovejero 