Vinicius, para quien no le conozca, es un jugador de fútbol del Real Madrid. Sobre él se han centrado, en ocasiones, insultos racistas desde las gradas de los campos donde juega.
Lo primero que quiero gritar bien alto es que no es admisible ningún comportamiento racista en nuestra sociedad, ni en los terrenos de juego ni en ningún sitio.
En una rueda de prensa, al hablar sobre este tema, le vimos como se echaba a llorar. La opinión pública se ha dividido entre los que han creído que eran lágrimas reales y los que piensan que son fingidas.
Te voy a dar mi opinión estudiando al protagonista:
NO ME FÍO DE LAS LÁGRIMAS: En general, llorar es relativamente sencillo, aunque no se sienta ninguna emoción. Por este motivo, en mis clases, siempre aconsejo no fiarse de unas lágrimas que veamos aisladas. Para que me den fiabilidad debo de ver algo mas en la comunicación no verbal de la persona, detalles que ya son más difíciles de simular.
¿HAY “ALGO MÁS” EN VINICIUS PARA CREERME SUS LÁGRIMAS?: Pues sí y mucho.
He extraído y aclarado (para apreciarlo mejor) 8 momentos que me parecen reveladores y más adelante comentaré. Son los siguientes:








¿QUÉ VEO?: A una persona que transmite mucha tristeza. Y ya he dicho que no me baso en las lágrimas, sino en:
1 – La orientación de sus cejas por la parte central hacia arriba. Lo que supone la activación muscular propia de la tristeza.
2 – Aprieta sus labios. Lo hacemos para reprimir emociones que nos desbordan.
3 – Miradas descendentes. Los momentos de hundimiento personal los desvelamos hundiendo también nuestra mirada.
4 – Posición corporal que se viene abajo. Algo que también hacemos los seres humanos cuando el peso de la tristeza nos vence.
5 – Relamerse los labios. Es un gesto propio de estrés.
6 – Resoplidos. Es una manera de exteriorizar que estamos sufriendo o nos está costando un gran esfuerzo realizar una tarea.
7 – Lágrimas. Ahora sí son importantes las lágrimas, cuando acompañan a todo lo anterior sí resultan fiables como mecanismo de defensa del cerebro para liberarle del estrés y equilibrar las emociones, dado que son como un calmante natural que produce el cuerpo.
¿QUÉ NO VEO? Nada de ira. Y podría ser coherente al recordar los insultos racistas; pero la tristeza, en su mente, le monopoliza por completo.
EN CONCLUSIÓN
Considero sinceras sus lágrimas como muestra de tristeza y yo mismo me he quedado sorprendido, cuando buscaba información en YouTube de Vinicius que, al escribir su nombre en el buscador, las dos primeras búsquedas que me han aparecido son las siguientes: “Vinicius rompe a llorar” y “Vinicius chimpancé”.

Creo que sobran las palabras ¿verdad?

