Las cuatro características que he detectado, desde la comunicación no verbal, de la llegada de Biden a Israel y el recibimiento de Netanyahu, han sido:
TENSIÓN CONTENIDA DEL ISRAELÍ: Fijémonos cómo se coge algunos dedos de su mano derecha mientras espera a Biden. Su mano refleja tensión porque, evidentemente, su mente está tensa, si bien trata de autocontrolarse sujetándose a sí mismo. También es posible que la tenga metida en el bolsillo, aunque de una manera parcial y tan extraña que me hace llegar a la misma conclusión
He llegado a pensar si le faltaban algunos dedos, pero veremos por las imágenes posteriores que no es así.

CLARAS MUESTRAS DE AFECTO MUTUO: las vamos a ver en varios momentos:
Nada más aparecer Biden en la escalinata de su avión, ya lanza un gesto de acogimiento a dos manos desde la distancia

Abrazos y gestos de unión entre ambos.




NETANYAHU… ¿UN ZELENSKI MÁS FORMAL?: Lo digo porque, pese a que quienes le rodean y, sobre todo el presidente americano viste con corbata, él ha decidido quitársela, ir más con un atuendo informal. No llega a vestirse con ropa militar como Zelenski, pero también parece que quiere lanzar el mensaje de encontrarse “en plena faena”

CON DESEOS DE ACERCAMIENTO: Veamos cómo el presidente de Israel, inmediatamente le coloca su mano derecha en el brazo al americano y la mantiene, algo que, en este contexto, suele estar muy estudiado para transmitir una sensación de cordialidad, de alianza y de proximidad.


Nos encontramos en un momento donde cada gesto puede llegar a decir más que las palabras y aquí estaré para compartir lo que vea con vosotros.

