En el programa de Antena 3, «Y ahora Sonsoles» se han mostrado las imágenes de Daniel Sancho contando a la policía de Tailandia lo que sucedió con Edwin Arrieta, paso a paso.
Hasta hoy nunca he analizado, desde la comunicación no verbal, nada de este terrible suceso pese a que se me ha pedido por muchos programas de TV. El motivo es que nunca vi algo llamativo que aportara valor al programa y material interesante para los espectadores, que para mí, son los más importantes.
Como digo… hasta hoy.
Cuando ayer vi cómo Daniel Sancho contaba lo sucedido, creo que ahora sí hay material interesante que compartir. Considero que hay 5 aspectos a destacar:
1 – SIN EMOCIONES: No advierto a Daniel Sancho triste o, al menos, un poco afectado al narrar el crimen. Lo va contando como si relatara una película, no un hecho personal tan trágico.

2 – LO CUENTA AYUDADO POR SUS GESTOS: Este detalle es especialmente importante dado que los mentirosos son menos gestuales, se congelan más a nivel corporal y en este caso, Daniel, parece que estuviera reviviendo lo sucedido y sus manos hablan, cuentan lo que él afirma que ha sucedido.


3 – TRANQUILO: Tanto la voz como su comportamiento es muy tranquilo, no parece estar estresado o nervioso. El único momento en el que no desea entrar en detalles es cuando se le pide que concrete el descuartizamiento, miembro a miembro, y él pregunta si eso es necesario, pero sin tampoco exaltarse. Este detalle lo considero especialmente interesante dado que constata que cuando él quiere cuenta, y cuando no quiere trata de no hacerlo.

4 – EL LUGAR DEL CUCHILLO: Si tú te inventas la historia ¿de dónde dirías que cogiste el cuchillo? Lo más normal es pensar que de la cocina, donde habitualmente se encuentran los cuchillos en una casa. Daniel no, especifica que lo cogió de una bolsa que tenía sobre una cama de una litera, y hace incluso el gesto de cogerlo, como si su mente reprodujera ese instante.

5 – PIDE CAMBIOS POSTURALES AL POLICÍA: Al policía que está haciendo de víctima, cuando se tumba en la ducha, Daniel le pide que se gire con la cabeza hacia él y que se ponga boca abajo, que es como parece recordar a Edwin. Interesante especificación también porque un mentiroso sería raro que cambiara de posición a quien interpreta a la víctima, pero sí lo haría alguien que recuerda bien el momento.

EN CONCLUSIÓN
Parece que Daniel Sancho no solo recuerda bien el trágico suceso, sino que, además, va dando detalles a la policía, verbales, gestuales y corporales. Su comunicación no verbal resulta bastante convincente.

