RUBIALES: ANÁLISIS DE UNAS DISCULPAS

Luis Rubiales, presidente de Real Federación Española de Fútbol, durante la entrega de medallas a las jugadoras de la Selección Española, tras haber conseguido ganar el Mundial, dio un beso en la boca a una de ellas que ha motivado gran indignación entre parte de la opinión pública, mostrada en redes sociales.

En 24 horas ha grabado y hecho público un vídeo con el fin de disculparse de su acción.

He recibido múltiples peticiones para que proceda a analizarlo desde la comunicación no verbal.

En esta ocasión, por su interés, voy a ir más allá. Además de realizar mi análisis desde la comunicación no verbal, también lo voy a hacer desde otra de mis especialidades, el análisis de contenido de su mensaje.

Antes de comenzar deseo, con toda mi alegría, felicito a la selección por su brillante trayectoria en el Mundial y por acabar ganándolo; y con todo mi corazón, a una de sus jugadoras, Olga Carmona, quien consiguió el gol del triunfo, le mando un gran abrazo y mi pesar por el fallecimiento de su padre en el mismo día. La vida, en ocasiones, tiene terribles coincidencias.

Vayamos al análisis, paso a paso, aunque ya te adelanto que me voy a centrar en su petición de disculpas por el beso, que es la parte del vídeo que me parece más interesante y que te acabo de mostrar:

1 – Tras 12 segundos donde recuerda el éxito de la selección, pasa a su tema, y el cambio se produce con una expresión facial de claro desagrado. Es indudable que hablar de este asunto no le resulta nada satisfactorio.

2 – Comienza diciendo que “Hay un hecho que tengo que lamentar”. Habría sido más convincente decir “que lamento”. Su compromiso sería mayor, dado que, al expresarlo de esta forma, parece que lo hace por obligación, no porque quiera hacerlo. Además, cuando lo dice, vemos cómo levanta su hombro izquierdo. Levantar los hombros al expresar algo, suele ser un gesto involuntario asociado a pensamientos de duda, indiferencia, incredulidad o falta de convencimiento en lo que se expresa. Yo no le veo muy convencido en este punto.

3 – Cuando se refiere a “todo lo que ha ocurrido entre una jugadora y yo”, podemos observar cómo necesita sacar la lengua un instante, algo que solemos hacer cuando se nos seca la boca por estrés.

4 – Al expresar que existe una “magnifica relación entre ambos”, refiriéndose a la jugadora del beso, mira a cámara. No huye de ella como en otros momentos, por lo que aquí sí me parece que él lo piensa.

5 – Al señalar que “seguramente me he equivocado” repite el acto de levantar su hombro izquierdo, que ya he explicado su posible significado. Y se expresa también como anteriormente “lo tengo que reconocer” en lugar de un “lo reconozco”, que mostraría mayor convencimiento. Tampoco me parece muy convencido.

6 – Al justificar el beso diciendo “en un momento de máxima efusividad, sin ninguna mala intención ni ninguna mala fe”, no solo lo hace sin huir de la cámara, como en otras ocasiones sí parece hacerlo, sino que además gesticula con ambas manos. Creo que él cree en lo que expresa porque toda su comunicación no verbal es coherente con sus palabras.

7 – Interesante cuando él no pronuncia la palabra “beso” sino que dice “ocurrió lo que ocurrió”. Este tipo de comunicación se denomina lenguaje de distanciamiento, y suele significar que al cerebro de la persona le afecta mucho pronunciar la palabra que describe el acto, y lo sustituye por una descripción más abstracta.

8 – Señala que lo sucedido se produjo “sin mala fe de ninguna de las dos partes”. Parece tratar de generalizar su acción y diluirla como si hubiese sido algo que ambos hicieron a la vez, besarse. A mí no me lo pareció, ya que es él quien sujeta con sus manos abiertas la cabeza de ella y parece atraerla para besarla. En ese momento tan importante vuelve a sacar la lengua, el estrés podría seguir ahí.

9 – Posteriormente afirma que “Si hay gente que se ha sentido por esto dañada, tengo que disculparme, no queda otra”. Escuchamos cómo se repite el patrón de “tengo que…” en lugar de “me disculpo”, además con su expresión «Si hay gente que…» condiciona las disculpas. Y, de nuevo, vuelve a levantar su hombro izquierdo. Es muy interesante como repite un patrón de lenguaje y otro de comportamiento cuando, según mi criterio, no se muestra muy convencido.

EN CONCLUSIÓN

Personalmente creo que se disculpa porque se siente obligado a hacerlo. Me baso no solo por lo que he expuesto anteriormente; sino, también, porque no le advierto las miradas habituales de quien se siente avergonzado o culpable por algo que ha hecho. Además, considero que él está convencido de que, por su parte, no ha existido ninguna mala intención, y que su buena relación con la jugadora y las circunstancias de euforia del momento justificarían su acción.

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