URDANGARÍN EN OTRAS MANOS: ANÁLISIS A OJOS DE LA COMUNICACIÓN NO VERBAL

Una foto en la revista Lecturas ha llevado a Iñaki Urdangarín, su familia y a una hasta ahora desconocida Ainhoa Armentia, a la primera línea de la información.

No soy nada amigo de focalizar mis análisis en asuntos del corazón, en temas que considero que se deben solucionar en la esfera privada familiar. En este caso, sí voy a entrar, y lo hago por la conclusión a que llegaré más delante en mi análisis.

Voy a dividirlo en 3 apartados:

  • El gran cambio comunicativo de Urdangarín
  • La incongruencia conductual del protagonista
  • La importante declaración de su hijo

Vayamos a ello:

  • El gran cambio comunicativo de Urdangarín

Vamos a fijarnos cómo comunica cuando se enfrenta ante un problema personal que le preocupa y del que desconoce su resultado. Veámosle hablando ante los medios de comunicación cuando entró al juzgado por el juicio del Caso Nóos en el que se encontraba imputado y más tarde fue condenado:

Como comprobamos: se comunica a golpes de voz, mantiene en muchos momentos unas pronunciadas arrugas en su frente y fijémonos en la orientación hacia arriba de sus cejas por la parte central.

De ello deducimos que lanza un discurso muy preparado en el que va midiendo sus palabras, se encuentra concentrado en expresar lo que desea y la emoción más intensa que siente es la tristeza.

Ahora vayamos a ver cómo se comunica, también ante los medios en su situación actual. ¿Mantiene los mismos patrones de conducta o los cambia radicalmente?

El cambio es total: habla de una manera más fluida, sin tensión en su frente y sin emociones destacables en su rostro.

¡Qué interesante! Porque en una situación como la que está viviendo, sería coherente que le observáramos con mayor tensión, preocupación e incluso con alguna emoción patente: enfado, tristeza, desprecio… Pues no advierto nada.

Mi conclusión es que se encuentra muy tranquilo. Su situación la tiene asumida, controlada y sin temor a las consecuencias.

Además, no parece molesto con los medios de comunicación, por lo que podemos deducir que no piensa que han sido ellos quienes han obtenido la famosa foto donde se coge de la mano con una mujer que no es la suya, y que tampoco parece importarle mucho que se haya filtrado por los medios.

  • La incongruencia conductual del protagonista

En este segundo punto vamos a comparar lo que dice con lo que hace Urdangarín.

Como acabamos de escuchar, dice expresamente: “Las cosas pasan y vamos a gestionarlo de la mejor manera posible” / “Una dificultad que solucionaremos con la máxima tranquilidad y juntos como siempre hemos hecho”

Lo primero que destaco es su lenguaje de distanciamiento. Utiliza palabras genéricas como “cosas” y “dificultad” para tratar de quitar importancia a la situación.

Además, parece que se refiriera a un problema familiar sobrevenido, como una enfermedad a solucionar juntos entre todos los miembros de la familia.

Pero lo que dice, CONTRASTA con lo que hace: pasear él de la mano, de día, por un lugar público, sabiendo que será fácilmente reconocido, y en compañía de una mujer que no es la suya, la cual también se la reconocería con facilidad.

Este proceder de Iñaki Urdangarín lo considero toda una declaración de intenciones. Es un comportamiento que sabe de sus consecuencias. Personalmente creo que es algo propiciado por el propio protagonista. No es una situación sobrevenida y sorpresiva.

Y cuando se refiere a las “dificultades a solucionar” parece que no son tanto familiares como legales.

Para todo ello me baso en su frialdad, tranquilidad y ausencia de emociones a nivel no verbal.

  • La importante declaración de su hijo

Las respuestas que ofrece el hijo del matrimonio entre la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín me parecen muy interesantes:

“Todo bien” / “Todos estamos tranquilos” => Habla en presente.

“Todos nos vamos a querer igual” / “Tampoco va a cambiar nada” => Ahora habla en futuro.

De ello podemos deducir que la situación actual no les rompe la tranquilidad y que las relaciones van a seguir en el futuro como lo son en el momento presente.

Importante: algo que afirma, según reconoce, sin haber hablado con su madre.

Mi conclusión es que la opinión pública puede haber sido la última en enterarse de algo que ya se conocía en la familia y que, además, se tenía asumido. Lo que sería coherente con que tampoco le advierto emociones faciales tales como tristeza, ira, desprecio, asco… lo cual sería lógico si estuviéramos con algo aparecido de pronto y fuera sorprendente o inadmisible.

Por lo expuesto entro a analizar este caso: porque los propios protagonistas propician que se haga público, todos los que se han manifestado utilizan la palabra “tranquilidad” y parece que lo tienen asumido, y además, el propio hijo nos indica que tampoco es que ya vaya a cambiar nada que no existiera antes.

Deja una respuesta